¿Cómo Orar Por Las Promesas de Dios Según La Biblia?

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¿Cómo Orar Por Las Promesas de Dios Según La Biblia?

9 Formas De Orar Por Las Promesas de Dios En La Biblia

¿Cómo Orar Por Las Promesas de Dios Según La Biblia? 10 Formas De Orar Por Las Promesas de Dios En La Biblia

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. (Juan 15:7)

Según un recuento, la Biblia contiene 3.573 promesas, casi diez para cada día del año. Identificar las promesas que se aplican a tu situación y cumplir las condiciones que las acompañan te permite orar para que las promesas de Dios se manifiesten en tu vida, como nos insta Juan 15:7.

¿Serán contestadas tus oraciones de inmediato? Algunas sí, otras no. Seamos seguidores de aquellos que, por fe y paciencia, heredan las promesas (Hebreos 6:12).

La oración más poderosa que puedes hacer es: ‘Señor, prometiste en tu Palabra que lo harías… y hoy estoy orando y creyéndote por ello’. Así es cómo orar:

Cuando necesites guía y dirección: «Yo te instruiré y te enseñaré el camino que debes seguir; te guiaré con mi mirada» (Salmo 32:8).

Cuando necesites liberación de una situación o hábito: «Invócame en el día de la angustia, te libraré y me glorificarás» (Salmo 50:15).

Cuando necesites fuerzas para resistir: «No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, te ayudaré, te sostendré con mi diestra justa» (Isaías 41:10 LBLA).

Cuando no tengas lo suficiente para satisfacer tus necesidades: «Mi Dios suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús» (Filipenses 4:19).

Medita en la Palabra de Dios todos los días, y sabrás qué promesas reclamar en oración ante cualquier necesidad (2 Pedro 1:4).

Orar las promesas de Dios (2): «Clama a mí, y yo te responderé». (Jeremías 33:3 LBLA)

Cuando comiences a orar basándote en las Escrituras, obtendrás las respuestas que necesitas. La Biblia es la Palabra de Dios, y Él siempre cumple Su Palabra. Aquí está cómo orar:

Cuando no tienes la respuesta: «Clama a mí, y yo te responderé, y te mostraré cosas grandes y ocultas que tú no conoces» (v. 3).

Cuando estás preocupado y estresado: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo» (Juan 14:27).

Cuando necesites perspicacia espiritual: «Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir» (Juan 16:13).

Cuando necesitas poder para el servicio: «El que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis en mi nombre, eso haré… para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si pedís algo en Mi nombre, Yo lo haré» (Juan 14:12-14 LBLA).

Cuando necesitas la bendición de Dios para tus esfuerzos: «Yo los bendeciré a ellos y a los alrededores de mi colina, y haré que caigan lluvias a su tiempo.»

Orar las promesas de Dios (3): «Clama a mí, y yo te responderé». (Jeremías 33:3 LBLA)

A medida que integramos estas formas de orar basadas en las Escrituras en nuestra vida diaria, nos acercamos cada vez más a las promesas del Padre, experimentando el gozo de Dios en cada rincón de nuestro ser. Que estas prácticas de oración guíen tu caminar de fe y fortalezcan tu conexión con el Todopoderoso. Al caminar en estas verdades, cultivarás una profunda intimidad con Dios.

Al enfrentar incertidumbres, recuerda el llamado a clamar a Dios. En momentos de desconcierto, cuando las respuestas parecen eludirnos, confía en el compromiso de Dios de responder y revelarte «cosas grandes y ocultas que tú no conoces» (Jeremías 33:3). Su sabiduría supera nuestra comprensión, y en Su tiempo, revelará la senda que debemos seguir.

Cuando la ansiedad amenace tu paz, recuerda las palabras de Jesús: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo» (Juan 14:27). En medio de las tormentas de la vida, esa paz divina actúa como un baluarte, protegiendo tu corazón y mente.

La búsqueda de perspicacia espiritual también encuentra su respuesta en la promesa de Jesús sobre la guía del Espíritu Santo. «Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad» (Juan 16:13). Confía en que el Espíritu te conducirá a una comprensión más profunda de la verdad divina, iluminando tu camino espiritual.

Cuando te enfrentes a desafíos que parecen insuperables, recuerda la promesa de poder para el servicio. Jesús nos asegura que aquellos que creen en Él realizarán obras notables, y las peticiones hechas en Su nombre serán respondidas. Este poder no es solo para nuestro beneficio, sino para glorificar al Padre.

Finalmente, al buscar la bendición de Dios para tus esfuerzos, aférrate a la promesa de abundancia. «Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.» (Deuteronomio 28:2). Reconoce que la provisión de Dios no solo satisface tus necesidades, sino que también crea un entorno fértil para el crecimiento y la multiplicación.

Que estas prácticas en formas de oración te inspiren a confiar en las promesas de Dios con una nueva fortaleza. Ora con confianza, sabiendo que el Dios que promete es fiel, y que Su fidelidad se manifiesta en cada respuesta de oración. Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, custodie tu corazón y mente mientras avanzas en tu caminar de fe. ¡Que seas bendecido abundantemente en cada paso!

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