ESTAS ENOJADO/A?? CUIDADO!!!!!

En Isaias 64:9
<http://bible.gospelcom.net/passage/?book_id=29&chapter=64&version=59&language=es>,
el profeta implora al Señor: «No te enojes sobremanera, Jehová». Este
pasaje implica que Dios mide su enojo de una manera apropiada a cada
ocasión. Nosotros, también, podemos aprender cómo medir nuestro enojo y
focalizarlo para que no se produzca ningún daño. ¿Cómo hacerlo?

En Efesios 4:26
<http://bible.gospelcom.net/passage/?book_id=56&chapter=4&version=59&language=es>,
se nos exhorta a controlar nuestro enojo, para que no pequemos. El enojo
en sí mismo no es pecado, pero puede llevar rápidamente al pecado. Hay
una línea que no debe cruzarse. ¿Cómo saber si la hemos cruzado? Es
obvio que el abuso verbal y la violencia física deben ser evitados, pero
el enojo puede llevar a otros pecados que son igualmente fatales.

Cuando usted vea los siguientes pecados, sepa que ya cruzó la línea:

1. Contienda – Proverbios 29:22
<http://bible.gospelcom.net/passage/?book_id=24&chapter=29&version=59&language=es>
dice que «el hombre iracundo levanta contiendas». La contienda
puede tomar muchas formas, pero siempre enfrenta a las personas,
aunque no sea de forma ruidosa o violenta.

2. Rencor – Salmos 30:5
<http://bible.gospelcom.net/passage/?book_id=23&chapter=30&version=59&language=es>
dice que la ira de Dios dura un momento, y Efesios 4:26
<http://bible.gospelcom.net/passage/?book_id=56&chapter=4&version=59&language=es>
previene contra guardar el enojo toda la noche. El enojo guardado,
por lo general conduce al rencor.

3. Aislamiento – Siempre que se cultiva el enojo, las personas se
separan unas de otras. Proverbios 16:28
<http://bible.gospelcom.net/passage/?book_id=24&chapter=16&version=59&language=es>
previene contra esto, señalando que «el chismoso aparta a los
mejores amigos».

4. Venganza – Romanos 12:19
<http://bible.gospelcom.net/passage/?book_id=52&chapter=12&version=59&language=es>
trata esto directamente: «No os venguéis vosotros mismos, amados
míos, sino dejad lugar a la ira de Dios»; porque escrito está: Mía
es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

Por lo general, estos son los pecados más frecuentes en los que caemos
al permitir que el sol se ponga sobre nuestro enojo, este es el peligro
que existe al enojarnos y permitir que el enojo eche raices en nuestro
corazón. Desechemos nuestro enojo, no le dejemos abierta la puerta al
enemigo, porque él entrará.

Veronica Morataya

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