¿Continuas Siendo Probado? ¡Acción De Gracias!

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¿Continuas Siendo Probado? ¡Acción De Gracias!

“TODAS ESTAS COSAS PADECEMOS… PARA QUE… LA ACCIÓN DE GRACIAS SOBREABUNDE PARA GLORIA DE DIOS” (2 Corintios 4:15)

¿Recuerdas que cuando fuiste pequeño, te enfadabas cada vez que tu programa favorito de televisión era interrumpido durante unos momentos para dar paso a los anuncios? Eso se parece mucho a las pruebas que entran en nuestras vidas. Son interrupciones no programadas, y por lo general inoportunas, que vienen siempre en el peor momento posible. Pero a diferencia con los anuncios de televisión, las experiencias duras de la vida no siguen unos momentos y luego desaparecen. No, pueden continuar durante días, semanas, y hasta años. Y es posible que la razón exacta del porqué nunca la tengamos totalmente clara. Las pruebas pueden hacernos sentir desprotegidos, pero es posible controlar un elemento vital de una “vía crucis”, y es éste: la manera en la que nos enfrontamos a ella. Entiende lo siguiente: las experiencias difíciles son indispensables para nuestro crecimiento espiritual. De hecho, no podemos crecer como deberíamos sin ellas, aunque quisiéramos de todo corazón que fuese lo contrario. La prueba conduce hacia tu testimonio personal. Pablo escribió: “Todas estas cosas padecemos… para que… la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día a día…” (2 Corintios 4:15-16). Y Job dijo: “Mas Él conoce mi camino: si me prueba, saldré como el oro” (Job 23:10). Se precisa mucho más calor para producir oro que estaño. Ahora bien, ¿cuál de los dos quieres ser tú?

“…GOZAOS PROFUNDAMENTE CUANDO OS HALLÉIS EN DIVERSAS PRUEBAS…” (Santiago 1:2)

Pues bien, ¡sé honesto! Si has leído el versículo de hoy, tal vez te has preguntado si Santiago vivía en el mismo planeta que tú… Es posible que ésta sea una de las pruebas más difíciles de obedecer en todas las Escrituras. Santiago dijo que debemos reaccionar a las pruebas con gozo (lee Santiago 1:2), y esto no deja lugar para las quejas… Cuando tu vida es interrumpida por un problema o una circunstancia que no habías planeado ni anticipado, comienza a alabar a Dios. ¿Que por qué? Porque la realidad es ésta: ahora mismo estamos pasando por una prueba, estamos saliendo de otra o nos estamos dirigiendo hacia la siguiente…

Santiago habló de “…diversas pruebas…” (Santiago 1:2b). Créeme, no te aburrirás con las experiencias duras que afrontas, porque te llegarán en todas las variedades que te puedas imaginar. Se parecen a algunas cartas que recibimos, a ésas que están dirigidas “al inquilino”. Todo lo que tienes que hacer para experimentar pruebas es ocupar un lugar en este planeta. Date cuenta que Santiago no dijo: “…si…” llegan, sino “…cuando…”. Una vez, Will Rogers leyó un titular en un periódico que decía: “Un inocente transeúnte es disparado en Nueva York”. “¿Qué te parece?”, dijo, “Todo lo que tienes que hacer para que te peguen un tiro en Nueva York es ser inocente y transeúnte…”. Lo mismo pasa con las pruebas. Sólo por estar ahí, te golpean. ¿Pero por qué? Santiago nos lo dijo bien claro: “…la prueba de vuestra fe produce paciencia. Pero tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Santiago 1:2-4). La adversidad produce madurez. La verdad es que no la podremos conseguir de ninguna otra manera…

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