El Hijo Prodigo: Señor, vuelvo a casa hoy

0
hijo-prodigo-biblia
El Hijo Prodigo: Padre Vuelvo a Casa

El Hijo Prodigo En La Biblia

…DIOS PROVEE LOS MEDIOS PARA QUE EL DESTERRADO NO SIGA SEPARADO DE ÉL PARA SIEMPRE (2 Samuel 14:14, NVI)

El padre de Adoniram Judson, un reverendo congregacionalista, esperaba que su hijo siguiera sus pasos y oraba por ello, pero Adoniram tenía otros planes. Pensaba que ser ministro del evangelio era una pérdida de tiempo y de talento. Ateo declarado, se licenció en Providence College (hoy día la Universidad de Brown), donde conoció a Ernest (Jacobs) Eames, otro ateo que le afianzó en sus creencias.

Judson se dedicaba a viajar por todo el país, llevando una vida loca y desenfrenada. Una noche se hospedó en una posada donde la única habitación libre estaba al lado de otra en la que yacía un hombre agonizante. «La tomo» dijo al dueño de la posada; la muerte no me espanta, soy ateo. Durante toda la noche pudo oír los quejidos del hombre agonizante y pensó: Debería ir a acompañarle, pero ¿qué le puedo decir?

A la mañana siguiente, el hombre había muerto. ¿Lo conocía usted? preguntó Judson al dueño. Este respondió: «Era un licenciado de Providence College, un joven de tu misma edad llamado Ernest Eames. Con las palabras «muerto», «perdido», «perdido» resonándole en los oídos, Judson volvió a casa y entregó su vida a Cristo.

Fue el primer misionero estadounidense oficialmente enviado al extranjero. Hizo que la Biblia se tradujera al birmano y ganó miles de almas para Cristo. Las palabras de su diario lo dicen todo: «Déjame trabajar en estos desiertos; déjame proclamar en estas montañas cómo murió el bendito Salvador para redimir al mundo del infierno.

Hijo-prodigo-Biblia
El Hijo Prodigo: Padre Vuelvo a Casa

Señor, vuelvo a casa.

La Biblia dice: «…Dios» provee los medios para que el desterrado no siga separado de Él para siempre (2 Samuel 14:14, NVI). ¿No sientes un «tirón» divino en tu corazón? ¿No es hora de que dejes de huir, de que regreses y digas: «Señor, vuelvo a casa.

CUANDO AÚN ESTABA LEJOS SU PADRE CORRIÓ Y LO BESÓ. (Lucas 15:20)

James MacDonald escribe: A lo mejor has hecho algo tan malo que piensas que la misericordia de Dios no puede alcanzarte, o alguien te hirió y no entiendes por qué Dios lo permitió o tal vez solo quieras vivir según tus normas.

Yo no sé por qué estás huyendo, pero sí sé una cosa: estas cansado de huir. Estás tan acostumbrado a esa forma de vivir que no puedes imaginarte otra diferente.

Jesús habló de un hijo que se fue de la casa de su padre. Después de los éxitos, llegaron los fracasos y el fugitivo se amaneció un día cuidando cerdos y preguntándose:

¿Cómo he podido llegar hasta aquí? Necesito volver, pero ¿qué va a decir mi padre? Seguro que has pensado alguna vez: Si volviera, ¿cómo me recibiría Dios?

Muchos creen que a Dios no le importa lo más mínimo si vuelves o no pero no es así cómo Jesús describió a Su Padre Esos pies golpeando el pavimento son los pies de Dios corriendo hacia ti.

Ha estado mirando hacia el horizonte para ver si te divisaba a lo lejos y ahora que te ve llegar, se acerca corriendo a toda prisa. Cuando aún estaba lejos su padre corrió y lo besó (Lucas 15:20). Dios puso este pasaje en la Biblia para que todo fugitivo sepa lo que le espera si decide volver.

El Hijo Prodigo: Señor, vuelvo a casa hoy

¿Estás huyendo de Dios hoy?

Detente, da la vuelta, regresa a casa. Él está esperando darte la bienvenida, y te dice: «Vuélvete a mí» (Apocalipsis 3:3 parafraseado).

Ven, no hay pecado tan grande que yo no pueda perdonar, ni adicción que la sangre de Cristo no pueda vencer.

Su promesa es: «Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, el cual tendrá de él misericordia» (Isaías 55:7).

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí