¿Qué aprendemos de David y Absalón según la Biblia?

David Y Absalón En La Biblia (2 Samuel 15: 1 al 12)

1 Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres que corriesen delante de él.

2 Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel.

3 Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; más no tienes quien te oiga de parte del rey.

4 Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia!

5 Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba.

6 De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel.

7 Al cabo de cuatro años, aconteció que Absalón dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya a Hebrón, a pagar mi voto que he prometido a Jehová.

8 Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Gesur en Siria, diciendo: Si Jehová me hiciere volver a Jerusalén, yo serviré a Jehová.

9 Y el rey le dijo: Vé en paz. Y él se levantó, y fue a Hebrón.

10 Entonces envió Absalón mensajeros por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oigáis el sonido de la trompeta diréis: Absalón reina en Hebrón.

11 Y fueron con Absalón doscientos hombres de Jerusalén convidados por él, los cuales iban en su sencillez, sin saber nada.

12 Y mientras Absalón ofrecía los sacrificios, llamó a Ahitofel gilonita, consejero de David, de su ciudad de Gilo. Y la conspiración se hizo poderosa, y aumentaba el pueblo que seguía a Absalón (2 Samuel 15: 1 al 12).

¿Sabías que casi todo malvado no se ve a sí mismo como malo? Ellos piensan que toda decisión difícil que deben realizar, siempre será en favor de todos y para el bien de todos. Hay muchas historias de lo que digo en las películas, series, y en la vida real. Un ejemplo emblemático es Adolfo Hitler, él pensaba que estaba ayudando al mundo al exterminar a los judíos, debido a que consideraba al judaismo no una religión, sino una raza, la cual tenía por objetivo dominar el mundo económicamente.

En nuestro versículo de hoy, vemos como Absalón conspiró cuidadosamente para matar a su padre. Esta era la segunda vez que creaba un plan detallado para asesinar a alguien. En el pensamiento de Absalón, sus 2 conspiraciones eran justas y justificadas. Él había tramado la muerte de Amnón en venganza por abusar de su hermana.

Absalón pensaba que el plan para derrocar a David era por el bien de Israel. Es fácil engañarnos a nosotros mismos pensando que estamos haciendo algo noble y justo cuando realmente estamos haciendo las cosas en formas que contradicen los mandamientos de Dios.

Una vez que Absalón se instaló de nuevo en Jerusalén, comenzó a actuar como un rey. Se proveyó de un carro y caballos con una escolta armada (v. 1). Él se levantaba temprano por la mañana y se sentaba a la puerta de la ciudad. Este era el lugar al que acudía la gente para que se escucharan sus quejas y se les administrara justicia. Absalón se compadecía de cada uno de las personas y se lamentaba de no poder ayudarlos: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra! (v. 4). Es claro que David había descuidado sus responsabilidades. Absalón se aprovechó de la falta de acción de su padre y «robó el corazón del pueblo de Israel» (v. 6).

Con el pretexto de cumplir un voto, llevó consigo a Hebrón a doscientos de los principales administradores y lanzó una revuelta contra su padre (vv. 10-12). David se quedaría sin el apoyo de sus mejores consejeros, que servirían de rehenes. El sufrimiento de Israel se debió en gran medida a que David no se enfrentó al pecado. No hizo justicia con Tamar y mucho menos hizo responsable a Amnón.

Debemos tomar el pecado en serio. ¿Qué áreas de tu vida necesitan ser confrontadas? Permitir que el pecado continúe puede ser más peligroso de lo que piensas.

Ora conmigo a Dios:
Señor Jesús, nos cuesta en la mayoría de las veces tomar en serio nuestro propio pecado. Así como también, se nos hace difícil entender lo que significa santidad. Padre, ayúdanos a entender estas 2 cosas, aunque sabemos que nos perdonas, te pedimos que confrontes las áreas de nuestro pecado que no han sido tratadas. En el nombre de Jesús, amén.