¿Por qué No Debes Mirar Hacia Atrás?

¿Que Dice La Biblia Sobre El Mirar Para Atrás?

No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva (Isaías 43:18-19).

El mirar atrás siempre es inútil. No puedes cambiar el pasado. Pablo dice: «pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante» (Filipenses 3:13).

(1) Debemos arrepentirnos y olvidar nuestros pecados

Obviamente, debemos recordar nuestros pecados para confesarlos a Dios. Pero una vez hecho esto, debemos olvidarlos. El hecho de que Dios olvide es como llamar al Cielo y que te digan que no hay registro de ninguna ofensa. Han sido borrados como si nunca hubieran existido. Satanás quiere hacernos vivir en la culpa y el miedo. Nos arrastra a las sombras de la memoria para que nuestros peores pecados se reproduzcan continuamente en las paredes de nuestra mente. Tenemos que ser muy claros aquí, o nos perderemos el punto liberador. No es que el perdón sea real solo si experimentamos una especie de olvido sagrado. No depende de nosotros. Depende de Dios. Y de la Biblia que dice que Dios olvida nuestros pecados (Hebreos 8:12).

(2) Debemos olvidar nuestra vergüenza

El Apóstol Pablo podría haber sido un candidato ideal para la vergüenza. Había presidido el acoso, encarcelamiento, tortura y asesinato de muchos cristianos inocentes. Pero la gracia de Dios es más fuerte que nuestra vergüenza. Podemos olvidar nuestra horrible vergüenza, porque Jesús se la llevó cuando murió en la cruz y resucitó. La despreció, la golpeó, la destrozo. No necesitamos ir en pos de ella.

La palabra para ti es no te detengas y mires el pasado. Mira, «yo aquí estoy haciendo cosa nueva».

No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva (Isaías 43:18-19).

No debemos caer en la soberbia por causa de nuestros éxitos. Eso no significa que olvidamos los grandes proyectos que hemos realizado. Debemos trabajar y vivir con excelencia para Dios, y Él se complace en nuestros éxitos cuando son ofrecidos para Su gloria. Pero debemos olvidar los éxitos pasados si han definido nuestra identidad o nos han hecho ser complacientes, orgullosos y autocomplacientes. No debemos soñar con el pasado, pensando en las glorias pasadas.

Del mismo modo, debemos asegurarnos de que nuestras obras de fe y testimonios en Dios no sean del pasado. Si solo podemos contar ejemplos de la fidelidad con Dios de hace cinco años, pero nada en las últimas semanas, nuestra conexión con Cristo no está del todo bien. Pablo advierte a los filipenses contra los que ponen su confianza en criterios y logros humanos: ‘Si alguien piensa que tiene motivos para poner su confianza en la carne, yo tengo más’. (Filipenses 3:4), dijo, citando su curriculum que muchos en su día habrían codiciado.

Pero no se centraba en su pasado: «Pero cuantas cosas eran para mí, ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.… Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (Filipenses 3:7, 13-14).

La buena nueva es que Dios no juzga tu pasado para determinar tu futuro. Él dice: No te acuerdes de las cosas pasadas; ni traigas a la memoria cosas antiguas. Mira, yo estoy haciendo cosas nuevas. Aprende del pasado, déjalo y no mires atrás.

Algunos versículos bíblicos que va a ayudarte en tu estudio: Zacarías 10-14, Malaquías 1-2, Juan 21:1-14, Salmos 97, Salmos 139:1-12, Proverbios 31:22-27, Juan 20:19-31.