En un acto de intolerancia sin precedentes, el gobierno comunista chino continúa persiguiendo a los cristianos, esta vez atacando incluso el santuario de sus hogares. La censura impuesta décadas atrás ha llegado a extremos inimaginables, causando cortes de luz y agua a aquellos valientes creyentes que se atreven a realizar su culto doméstico.
La organización de vigilancia religiosa, Open Doors, ha denunciado esta inhumana situación, donde uno de los afectados es Yang Yingle, un cristiano chino residente en la ciudad de Sanhe. El día 1 de este mes, Yingle fue víctima de un cruel «castigo» cuando agentes de policía irrumpieron en su hogar durante un servicio religioso. Esta práctica común en todo el mundo para los cristianos está siendo prohibida en China.
«No fue un simple fallo técnico, fue un castigo deliberado y una advertencia clara», afirmó Yingle, según informó JM Notícias. Los agentes del régimen comunista incluso confiscaron varios libros sagrados y su ordenador, aunque hasta ahora solo le han devuelto este último.
La represión religiosa en China se ha posicionado en el puesto 16 en la lista mundial de persecución religiosa elaborada por Puertas Abiertas. El Partido Comunista Chino (PCCh) ha intensificado su agresiva campaña para restringir y controlar la expansión del cristianismo en el país.
Con el objetivo de sofocar la fe cristiana, el régimen ha dirigido su atención hacia los hogares de los creyentes, donde la práctica del culto doméstico ha sido un bastión fundamental para la evangelización y la adoración a Dios, lejos de la mirada vigilante del régimen.
«Las restricciones cada vez más duras y la creciente vigilancia están ejerciendo una presión insoportable sobre los cristianos en China, ya que el Partido Comunista busca anular cualquier amenaza a su poder», afirmó Puertas Abiertas en su informe anual.
Según esta organización, el régimen ha tomado diversas medidas represivas contra los seguidores de Jesús. «La vigilancia en China es una de las más opresivas y sofisticadas del mundo, y los líderes cristianos son especialmente vulnerables a la persecución, incluyendo el encarcelamiento e incluso en algunos casos, el secuestro», advirtió la entidad.
La lucha por la libertad religiosa y el derecho a practicar la fe en China continúa, mientras los cristianos enfrentan constantes amenazas y ataques por parte del régimen comunista. Su valentía y resistencia son una inspiración para millones de personas en todo el mundo que claman por el respeto a los derechos fundamentales y la libertad de creencia.
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