LOS CRISTIANOS – DOS HERMANAS QUE RIÑEN

divorcio-padres-e-hijos-peleasTEMAS CRISTIANOS – Dos hermanas que riñen

Pregunta :

Mi hermana mayor y yo peleamos y discutimos mucho hasta el punto de sentir odio la una por la otra. He estado escuchando sus programas radiales, y me doy cuenta de que nuestro comportamiento es pecado. ¿Qué puedo hacer para poder ver una amiga en mi hermana, y que ella me corresponda?

Respuesta:

Primeramente, cuánto me alegro de que tenga usted todavía la conciencia tan tierna para reconocer el mal que se están haciendo la una a la otra.

Le recomiendo que hable con su hermana y juntas reconozcan que no está bien lo que están haciendo ambas. Usted pídale perdón por lo que usted ha hecho en contra de ella, y asimismo usted tome una actitud de perdón hacia su hermana por el comportamiento que ella haya podido tener en contra suya. El perdonar y el pedir perdón son muy difíciles para nuestro ego, porque todos somos arrogantes, orgullosos y queremos tener nuestros derechos y nuestras razones. Sin embargo, el perdonar es la clave de las buenas relaciones entre hermanos, entre esposos, entre padres e hijos.

Primero, la Biblia dice en Efesios capítulo 4:

«Sean buenos los unos con los otros, misericordiosos, perdonándose los unos a los otros, así como Dios les perdonó a ustedes en Cristo».

Allí tiene usted, señorita, el mejor ejemplo para saber cómo perdonar a su hermana sus ofensas y cómo pedir perdón humildemente por sus ofensas.

Uno de los famosos proverbios del sabio Salomón, en el capítulo l5, inspirados por Dios dice así:

«La blanda respuesta quita la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor».

Allí se indica la actitud con la cual usted debe ir a su hermana. Yo recuerdo que de niño mi madre me enseñó este versículo de memoria, y a través de los años reconozco que es la verdad absoluta. Es un proverbio que vale la pena memorizar. Si usted se dirige a su hermana con actitud humilde y con una actitud de perdonar y de pedir perdón, usted habrá dado un enorme primer paso hacia la reconciliación y a buscar que ella sea su amiga, como usted bien dice.

Hay otro pasaje que le quiero recomendar. Una vez San Pedro le preguntó a Jesús, «Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete vecesí» Jesús le dijo, «Pedro, no te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete» (San Mateo capítulo 18). Usted no va a tener que perdonar a su hermana tan sólo una vez. Para poder reconciliarse con ella, va a tener que perdonarla hasta el máximo. Si Dios nos perdonó en Cristo nuestros pecados, ¿no debe perdonar usted a su hermana?

Al principio no va a ser fácil. A lo mejor sea difícil comunicarse con su hermana porque ella no va a querer ni creer que ha habido un cambio en su actitud. Pero Dios va a ayudarla. El promete ayudarnos. Dice un versículo en Proverbios, capítulo 3:

«Fíate de Dios con todo tu corazón; no te apoyes en tu propia prudencia; reconócelo en todos tus caminos y El enderezará tus veredas».

Usted confíe en Dios, y El la ayudará a hablar con su hermana.

Si su hermana comienza a discutir cuando usted quiere hablar con ella y pedirle perdón, inmediatamente usted en su corazón haga una oración silenciosa a Dios, pidiéndole por ella y suplicando al Señor que le dé control propio para no volver a los viejos caminos de antes, porque usted ha decidido arreglar las cuentas con su hermana. Tome la actitud que nos recomienda la Biblia, la Palabra de Dios, en Romanos capítulo 12, donde dice:

«No paguéis a nadie mal por mal. Procuren lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque está escrito, ´Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor´».

Así que, cuando llega el momento de un confrontamiento no se le ocurra volver a reaccionar con la arrogancia de antes. ¡No! Humíllese, haga una oración a Dios en su corazón y confíe en que Dios va a ayudarla.

Por último, Cristo puede cambiar el corazón suyo y el de su hermana. Cristo puede implantar amor donde ahora hay resentimiento, antagonismo y hasta odio. Dice la Biblia:

«Si alguno está en Cristo, es una nueva criatura; las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas» (IIa. Corintios capítulo 5).

Si todavía no le ha abierto el corazón a Cristo, hágalo ahora mismo. El le va a dar un corazón nuevo, y un espíritu nuevo. Usted será una nueva criatura y su hermana va a ver un cambio en su vida y luego seguramente ella también recibirá a Cristo.

Luis Palau

1 COMENTARIO

  1. Muchas gracias por este devocional, esto me llega de una manera especial porque, aunque no peleamos, con mi hermana menor si nos hemos distanciado mucho, mas que nada por la actitud que tiene ella para con nuestra madre, menos mal Dios es misericordioso y nos perdona aceptándonos de nuevo para que enmendemos lo que dañamos

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