La Armadura Espiritual – Parte II (A)

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En esta parte, explicaremos simbólicamente cómo vestirnos con la armadura espiritual por medio de la oración.

El Yelmo de la Salvación

Imagina el Yelmo de la salvación que recibiste cuando Cristo te salvó. Este símbolo te recordará hacer lo siguiente:

  1. Darle gracias a Dios porque eres su hijo. 1 Juan 4:4 dice: «Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo». Agradécele su salvación.
  2. Alabar a Dios por la vida eterna: El Yelmo lo protege en los momentos de batalla. Alábalo.
  3. Reclama la mente de Cristo. 1 Corintios 2:16 nos recuerda que tenemos la mente del Señor. La recibimos cuando fuimos salvos.

2 Corintios 10:3-5 dice: «Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda lativez que se levanta contro el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamientos a Cristo».

La Coraza de la Justicia

Imagina la Coraza de la justicia que le da Cristo y que ha producido en ti una forma de vida justa. Piensa que simbólicamente le protege su corazón y su voluntad. Permite que te recuerde hacer lo siguiente:

  1. Perdirle a Dios que examine tu corazón para revelarte cualquier debilidad (Salmos 139:23-24)
  2. Confesarle tus pecados (1 Juan 1:9)
  3. Aceptar que la justicia de Cristo cubra todos tus pecados y que nos dé su justicia (2 Corintios 5:21). Mantén la Coraza firmemente ajustada a tu lugar con un carácter y estilo de vida justos. El (Salmos 66:18) dice: Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.

El Cinturón de la Verdad

Imagina el Cinturón de la verdad, el cual mantiene el resto de la armadura en su lugar. Verdad significa integridad y una moral justa. Permite que el cinturón de la verdad te recuerde hacer lo siguiente:

  1. Ser sincero contigo mismo y con Dios cuando ore o cuando te encuentres en una batalla espiritual.
  2. Aferrarte a la verdad porque Satanás, el padre de las mentiras, tratará de engañarte.
  3. Dominar tus emociones. Tus emocione s se deben guiar por la verdad en lugar de por la carne o Satanás. La Biblia dice que el Cinturón de la verdad ciñe tu lomo, ayudándote a controlar tus emociones y a no comprometerte a actuar según ellas. El Cinturón de la verdad nos ayuda a controlar nuestras emociones y a no comprometernos debido a nuestros sentimiento. Si el Cinturón de la verdad no está en su lugar, no se puede esperar respuesta a tus oraciones.
    (Santiago 4:32) dice: «Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites».

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