ERROR FATAL Y EL ROPERO

ERROR FATAL Y EL ROPERO

Hola mis amados:

No dejemos que la ansiedad, el desespero o el afán nos hagan hacer lo que no se debe, por eso es necesario conservar la calma y confiar en el Señor, porque Él ha prometido no dejarnos solos y mucho menos cuando estamos en situaciones así, en este relato vemos lo que hizo esta persona y tuvo unas consecuencias no muy buenas, no hagas nunca esto porque entonces ya no hay remedio, ve a Jesús que te conoce, tiene la solución y te ama más que nadie, además Él llevó todo lo tuyo en la cruz y te entiende mejor que cualquier ser humano.

EL ERROR FATAL

En algún momento de nuestras vidas, todos hemos experimentado pruebas y tribulaciones tan horribles, que a veces consideramos poner fin a todo el dolor de una manera o de otra. Cuando estaba deprimido, consideré ponerle fin a mi dolor.

Desesperadamente oré pidiendo una respuesta, y de varias maneras, recibí todas las respuestas que podía manejar. Creo que el Señor me habló a través de un sueño. Este poema es el sueño que abrió mis ojos. Gracias, Señor.

¿En dónde estoy ahora? ¿Qué es lo que he hecho? Todo lo que veo es nada. Debo haber soltado el revolver.

No siento dolor, pero tampoco la luz del día, todo es oscuridad, completo desorden. Mi corazón se siente frío en esta tumba oscura y solitaria, en donde para siempre cayó mi eterna alma herida.

El terror interior es peor que el dolor. Oigo palabras de maldad rasgando profundamente mi mente. ¡Oh, Dios, ayúdame, me arrepiento de este pecado, dame otra oportunidad, mi Señor!

No hubo respuesta, era en verdad, demasiado tarde. Bajo mi cuerpo que caía, podía ver un lago en llamas. Gritos sin voz, vistas sin ojos, cayendo hacia las llamas; oigo sus gritos y llanto, y el eco de las risas abajo.

No puedo describir el dolor sentido, al comenzar mi piel a quemarse. Nada puedo hacer sino gritar y llorar por dentro. Cuando ardes en el infierno, nunca mueres. Continúas sintiendo la llama para siempre y ves tu piel freír.

Grito y lloro mientras me siento bañado en lágrimas, completamente mojado con sudor, cargando un nuevo juego de temores. Aquel momento en que dije una plegaria y que nunca olvidaré. Nunca haré algo de que me arrepienta, Señor.

La vida no es nuestra para tomarla, así que si lo haces, morirás. No solo en tu cuerpo, sino que tu alma nunca volará. La vida es un don de Dios, pero lo que hagas con ella es tu regalo para Él.

Dustan Bean

EL ROPERO

¡Cuántas cosas desparramadas por aquí y por allá!

¡Qué desorden por todas partes!

Por fin hoy me decidí… y abrí mi ropero. En medio de ropas arrugadas, encontré mi conciencia, cubierta de polvo, arrugada, con huellas visibles del paso del tiempo.

Le tuve lástima… y me tuve lástima. ¿Todavía servirá? Sí…. ¿por qué no?

La limpié. La sacudí. La dejé como nueva, apta para todo servicio. Pero no fue todo.

También localicé desidias…. Muchas desidias…desidias repletas de mañanas. Mañana haré esto. Mañana haré lo otro. Mañana haré aquello.

Mañana…. Y mañana…

Junté toda esa chatarra y la tiré. Entre los pañuelos vi disimuladas las angustias y los temores. ¿Perderé mi trabajo? ¿Mantendré mi salud? ¿Le pasará algo a mis seres queridos? Amarguras, calamidades, inquietudes.

Pensé: si me embalo, me voy a infartar, Así que… ¡afuera!

Suspiré: ¡por aquí tendría que haber comenzado! ¡Por aquí tengo que continuar día tras día! Y empecé a acomodar…

La esperanza… que tuve tan olvidada. Los afectos… que no siempre manifesté. Las amistades… que tanto descuidé.

La fe. La renovada alegría de vivir.

Siempre me dijeron una y otra vez: todo pasado fue mejor. No sé… tal vez sí… tal vez no…

Me importa más que el futuro sea mejor. Para mí. Para ti. Para todos nosotros. No es inocencia… no es credulidad.

Es haber puesto el ropero en orden. Es tomar lo que ofrece el destino y gozarlo en plenitud.

Satisfecho, cerré el ropero.

Ya tranquilo, reinicié la marcha por mi camino.

Tengo una meta… hacia ella debo ir. Pero… ¿habrá otros roperos por allí en las condiciones que estuvo el mío?

Por las dudas, si fuera el tuyo… recuerda que debes arreglarlo.

Hazlo, ya hoy mismo.

Deja que Dios te limpie entrégale todo a Él.

Es necesario poner en orden nuestro mundo interior. Como el Ropero, tu mundo interior necesita ser arreglado. ¿Por qué no comienzas hoy?

Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. 2 Pedro 3:14

Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. Colosenses 3:15

Cuantas veces dejamos de hacer las cosas o empezamos y no acabamos, es bueno hacer esto frecuentemente para no acumular lo que no sirve, así como vamos sacando lo que no usamos debemos hacer lo mismo en nuestro interior, renovémonos día a día en la presencia del Señor, Él sabe que cosas no sirven y debemos dejar de hacerlas, ve a Él confiadamente y te ayudara a que tu vida sea mejor en todo momento.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

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