[devocional-sabado] 06 de agosto de 2005 – Nacimiento real en Belén.

Sabemos que el Hijo de Dios ha venido.
1 Juan 5:20.

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes,
vinieron del oriente a Jerusalén unos magos.
Mateo 2:1.

Nacimiento real en Belén

 

       Jesús, Creador del universo, Hijo unigénito y eterno de Dios, quiso entrar en este mundo de la misma manera que todos los hombres, es decir, por medio del nacimiento. Objetos de un honor excepcional, María y José fueron escogidos para acoger y criar al Hijo de Dios. Los planes de Dios se cumplieron: como fue anunciado 700 años antes por el profeta Miqueas, el nacimiento del heredero al trono de David sucedió en la ciudad real de Belén (Miqueas 5:2). Constatamos que en el evangelio según Mateo, el evangelio del Rey, no se hace referencia al pesebre que le sirvió de cuna, ni a la visita de los pastores; nada recuerda su pobreza. Fue Lucas quien completó el relato. En Mateo, Dios tiene cuidado de que su Hijo reciba el homenaje de distinguidos personajes: los magos venidos del Oriente.

       En cuanto a los jefes de los judíos, ninguno era moralmente calificado para postrarse ante el Mesías de Israel. No deseaban su venida. Esa época fue una de las más sombrías de la historia de ese pueblo. El cruel Herodes reinaba en Jerusalén, ciudad ocupada por los romanos. A excepción de un pequeño número de personas piadosas que Lucas nos da a conocer, nadie en Israel reconoció que éste era el Mesías esperado.

Jesucristo dijo: ?Vendré otra vez? (Juan 14:3). Nosotros, los que llevamos su nombre (cristiano significa discípulo de Cristo), ¿esperamos verdaderamente su retorno, cuando venga a buscar a su Iglesia?

 

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